viernes, 25 de diciembre de 2009

SAQUE A UN/A POSMODERNO/A DE SU NUBE DE PEDOS



Tal vez, sólo tal vez, exista la posibilidad de construir una afectividad, un erotismo y (si acaso...) una sexualidad completamente alejadas de los parámetros de dominio y sumisión de siempre, ahora reciclados bajo apariencia "subversiva" por la corriente dominante dentro de los movimientos "gay" y "queer" y la política de las organizaciones glbt, asimilacionistas incluso en la adopción ferviente de las peores lacras sociales del heteropatriarcado. La gente "gay" de ...vanguardia (?) valora como algo muy liberador el porno, el "trabajo" sexual y la violencia de género como fuente de excitación sexual con pretextos "lúdicos".


Acabo de encontrar en la Red una divertida y ácida descripción de posmodernismo hecha por la lesbiana hereje Sheila Jeffreys:

"Posmodernismo: un set de ideas creado mayoritariamente por "gays" y en general ininteligible. Hombres intelectuales franceses que han sido adoptados con notable entusiasmo por muchas académicas feministas y teóricos "queer" en los años 80 y 90. (...) yo sugiero que es porque algunas mujeres y  "gays" querían carreras academicas  que son bastante dificiles de sostener si  mantenés una posición feminista radical. En cambio las ideas de hombres respetados por otros hombres te harán llegar lejos en la academia.
Entonces las feministas y los "gays" adoptaron las ideas del sadomasoquista Michel Foucault, por ejemplo.
El se volvió más popular que lo que era Marx en los 60 entre los "trendies" y progresistas. En muchos departamentos, como los de estudios culturales, su estudio es compulsivo"

Mientras, miren la página en cuestión: allí la australiana habla en brasilero de tres cositas muy emparentadas, aunque muchxs prefieran disimular tal parentela: liberalismo, posmodernismo y "queer":
http://www.scribd.com/doc/7276256/Teoria-Queer-e-Violencia-Contra-a-Mulher

martes, 8 de diciembre de 2009

sábado, 5 de diciembre de 2009

HABÍA UNA VEZ...

Había una vez un trébol perdido en una ciudad cuadrada,
que odiaba las jaulas y quería destrozarlas,
que amaba los Soles y extrañaba los ríos
que descienden sonrientes acariciando los cerros,
que soñaba despierto una Casa en la Montaña:
una Casa sin rejas ni cerrojos,
con lumbres inmensas...
que "a pesar de los golpes y de nuestros caídos,
la tortura y el miedo, los desaparecidos"
quería no resignarse y no darnos por vencidos.